GO DOWN MOSES (Negro espiritual)

Un espiritual (traducción de la expresión inglesa spiritual song) es un tipo de canto religioso que surge a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, en los Estados Unidos. Los espirituales negros son adaptaciones populares de los himnos religiosos protestantes, hechas por afroamericanos.

 El movimiento del resurgimiento religioso que se extendió por las colonias británicas en Norteamérica a comienzos del siglo XVIII, impulsado por la fundación de la Iglesia metodista y la labor evangélica de predicadores como George Whitefield o Jonathan Edwards (alrededor de 1740), popularizaron no sólo los salmos y los himnos cristianos, sino también otro tipo de cánticos espirituales menos tradicionales, que eran cantadas en las iglesias del sur norteamericano, tanto por negros como por blancos. Fue de esta forma como el acervo de cánticos religiosos cristianos, especialmente las canciones del compositor inglés Isaac Watts (1674-1748), pasaron a formar parte de la cultura de los esclavos afroamericanos. A lo largo del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, los esclavos de los estados del sur, fueron creando un cancionero propio, en un primer momento muy relacionado con los cantos de trabajo de origen africano, usualmente en forma de call and response, con inflexiones, sílabas extendidas y cuartos de tono. Existen descripciones de estos espirituales desde fechas tan tempranas como 1839. En 1867, se publicó la primera colección de estos cantos espirituales negros, “Slave songs of the United States”.

Los musicólogos han discutido de forma intensa, desde que W.F. Allen, en la obra citada, asegurara que los cantos eran de matriz claramente europea, hasta dónde llega la raíz africana. Erich von Hornbostel, ya en 1926, será quien establezca la diferencia entre el carácter europeo del patrón y estilo de los cantos, y el carácter netamente africano de su interpretación y sus secuencias rítmicas y armónicas. También se discutió sobre si se trataba de una creación, como género, de los esclavos negros, aunque varios autores (entre ellos, George Pullen Jackson), ya en el primer tercio del siglo XX, demostraron que los espirituales negros y los blancos tenían una fuente común, que se hallaba en las iglesias blancas rurales y en las reuniones al aire libre (camp meetings), y que se produjo un intercambio de influencias entre ambas comunidades.